EL CORAZÓN DEL HOMBRE ES EL QUE DEBE HACERSE RICO, NO SUS ARCAS.

CICERÓN
EN UN MUNDO INJUSTO, EL QUE CLAMA POR LA JUSTICIA, ES TOMADO POR LOCO.

LEON FELIPE

Jesús es mi Luz, mi vida y mi Salvación El Señor es mi Pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valles de sombras de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días.

¿ ACASO TRATAN USTEDES A LOS POBRES COMO BASURERO, DANDOLES AQUELLO QUE YA NO PUEDEN USTEDES USAR O COMER ? COMO ESTO NO PUEDO YA COMERMELO, SE LO VOY A DAR AL POBRE. MARIA TERESA DE CALCUTA

NO TEMAS, PIENSA Y EXPRESATE EN LIBERTAD


DOCTRINA

DOCTRINA
ES NECESARIO RECREAR TODA LA DOCTRINA REVOLUCIONARIA DEL NACIONALSINDICALISMO A PARTIR DE ESAS PREMISAS IRRENUNCIABLES SIN LAS QUE LA FALANGE NO SERÍA TAL: HUMANISMO PERSONALISTA, PATRIOTISMO DINÁMICO Y REVOLUCIONARIO, SINDICALISMO REVOLUCIONARIO DE AUTOGESTIÓN, COMUNALISMO SOCIAL” Javier Iglesias

SEAMOS SERIOS

SEAMOS SERIOS
JAMÁS DA EL ALMA HUMANA MEJOR PRUEBA DE FORTALEZA Y NOBLEZA QUE CUANDO RENUNCIA A LA VENGANZA Y PERDONA UNA OFENSA

CUANDO EL SABLE ESTÉ ENMOHECIDO Y EL ARADO RELUCIENTE, LAS PRISIONES VACIAS Y LOS GRANEROS LLENOS, LAS ESCALERAS DE LOS TEMPLOS VACIAS Y LAS DE LOS TRIBUNALES CUBIERTAS DE HIERBA, CUANDO LOS MEDICOS MARCHEN A PIE Y LOS PANADEROS A CABALLO, ENTONCES ESTARÁ BIEN GOBERNADO EL IMPERIO. Y MIENTRAS TANTO SE SIGUE FUSILANDO A JOSE ANTONIO

sábado, 12 de diciembre de 2009

QUIEN ME ENCUENTRE TRABAJO...


quien me encuentre trabajo»9 Diciembre 09 - Madrid - Cristina Gullón Compártelo:
Desde las ocho y cuarto de la mañana hasta la una y media de la tarde, esperando en uno de los pilares que sostiene el madrileño Puente de los Franceses y junto a un cartel en el que se puede leer: “Se busca trabajo. Doy 10 % de recompensa a quien lo encuentre”. Así ha sido el día a día, salvo esporádicas interrupciones, de José Antonio Melgar desde hace más de dos años, cuando perdió su empleo como encofrador en una constructora.

Con poco más de cincuenta años y la mitad de ellos dedicados al mundo de la construcción, José Antonio se ofrece ahora para chapuzas de todo tipo: conductor, reparaciones, jardinero... Lo que sea para encontrar trabajo y poder salir de esta situación. Lo curioso de su caso es que asegura que entregará el 10 por ciento de su sueldo a quien le consiga un empleo.

Sin embargo, no es la primera vez que recurre a esta atípica forma para conseguir trabajo. A principios de los años noventa le sucedió algo parecido y decidió ofrecer parte de su sueldo como “recompensa” a la persona que le consiguiera ocupación. De este modo, José Antonio encontró empleo en una empresa de la construcción, “su sector de toda la vida”. De ahí pasó a otra y así sucesivamente, hasta que estalló la crisis. “Antes trabajaba en una empresa grande, con más de cien personas, y han despedido a setenta o más. Es un desastre y no hay quien lo pare”, asegura.

Curtido por maratonianas jornadas de 14 horas durante la época de bonanza económica, Melgar se encuentra ahora solo, sin dinero y con un futuro incierto en el que todo son castillos en el aire. “He enviado cientos de currículos y nadie contesta. Dicen que te van a llamar y nada. Ya no sé qué hacer porque llevo mucho tiempo así. Estoy desesperado”, reconoce. Esta semana, mientras tanto, acabará un curso de carpintería del aluminio en el Centro de Formación de Móstoles. La que viene hará otro, a la espera de que llegue el ansiado empleo.

Pero los golpes que la vida ha dado a este hombre de semblante tranquilo y voz ronca, no se han producido sólo en el plano profesional. Divorciado y con dos hijas, una de ellas en silla de ruedas a causa de un infarto cerebral, José Antonio vive ahora en un piso compartido por el que paga 250 euros al mes por una habitación.

Su edad y el exceso de mano de obra dificultan que José Antonio pueda volver a trabajar. “He estado recorriendo Madrid, yendo de obra en obra para que me den trabajo. Y nada”, afirma. La respuesta es siempre la misma: “Tenemos gente que trabaja más barato”. “¿Cómo me van a dar trabajo si por el sueldo que deberían pagarme pueden contratar a dos extranjeros?”, se pregunta José Antonio. No se considera racista, pero exige al Gobierno que obligue a las empresas a contratar españoles, “por lo menos hasta que pase un poco la crisis”.

Cuando acabe sus cursos, José Antonio imagina que continuará con su rutina diaria de pegar carteles en el Puente de los Franceses, con la esperanza de que alguno de los cientos de coches que pasan a su lado pueda sacarle del infierno.

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