EL CORAZÓN DEL HOMBRE ES EL QUE DEBE HACERSE RICO, NO SUS ARCAS.

CICERÓN
EN UN MUNDO INJUSTO, EL QUE CLAMA POR LA JUSTICIA, ES TOMADO POR LOCO.

LEON FELIPE

Jesús es mi Luz, mi vida y mi Salvación El Señor es mi Pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valles de sombras de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días.

¿ ACASO TRATAN USTEDES A LOS POBRES COMO BASURERO, DANDOLES AQUELLO QUE YA NO PUEDEN USTEDES USAR O COMER ? COMO ESTO NO PUEDO YA COMERMELO, SE LO VOY A DAR AL POBRE. MARIA TERESA DE CALCUTA

NO TEMAS, PIENSA Y EXPRESATE EN LIBERTAD


DOCTRINA

DOCTRINA
ES NECESARIO RECREAR TODA LA DOCTRINA REVOLUCIONARIA DEL NACIONALSINDICALISMO A PARTIR DE ESAS PREMISAS IRRENUNCIABLES SIN LAS QUE LA FALANGE NO SERÍA TAL: HUMANISMO PERSONALISTA, PATRIOTISMO DINÁMICO Y REVOLUCIONARIO, SINDICALISMO REVOLUCIONARIO DE AUTOGESTIÓN, COMUNALISMO SOCIAL” Javier Iglesias

SEAMOS SERIOS

SEAMOS SERIOS
JAMÁS DA EL ALMA HUMANA MEJOR PRUEBA DE FORTALEZA Y NOBLEZA QUE CUANDO RENUNCIA A LA VENGANZA Y PERDONA UNA OFENSA

CUANDO EL SABLE ESTÉ ENMOHECIDO Y EL ARADO RELUCIENTE, LAS PRISIONES VACIAS Y LOS GRANEROS LLENOS, LAS ESCALERAS DE LOS TEMPLOS VACIAS Y LAS DE LOS TRIBUNALES CUBIERTAS DE HIERBA, CUANDO LOS MEDICOS MARCHEN A PIE Y LOS PANADEROS A CABALLO, ENTONCES ESTARÁ BIEN GOBERNADO EL IMPERIO. Y MIENTRAS TANTO SE SIGUE FUSILANDO A JOSE ANTONIO

martes, 22 de diciembre de 2009

EMPANADA DE LAICIDAD


Empanada de laicidad
Hay una gran diferencia entre dejarse seducir por mundos nuevos y no saber de qué mundo venimos
Pilar Rahola | 21/10/2009 | Actualizada a las 00:29h | Ciudadanos
En mi agenda vital no tengo cita con Dios, quizás porqué amo mis dudas y mis
miedos, pero en casa montamos un magnífico pesebre. Y, por supuesto, mis hijos,
educados en una escuela laica, enraizada en la tradición del gran pedagogo Pere
Vergés, conocen el simbolismo católico. Cantan villancicos, se divierten preparando
los Pastorets, y saben que Montserrat es, para una mayoría de los catalanes, una
montaña de intenso contenido sacro. La nadala del Rabadà, cantada por los niños,
es un momento álgido de nuestra Navidad familiar, que celebramos con dedicación.
Nuestro comedor de casa convive, pues, en sana armonía entre una educación
laica y una tradición católica, lo que somos y de donde venimos, y en la suma de la
identidad milenaria que nos acoge, y los valores modernos que nos atañen, está la
ecuación que nos define: laicos de cultura católica. Por supuesto, forma parte de
esos valores respetar otras religiones y culturas. Pero hay una enorme diferencia
entre dejarse seducir por mundos nuevos, y no saber de qué mundo venimos. Y si
Catalunya tiene mil años, su tradición católica los acompaña.
Todo esto que he escrito no parece suficiente
para algunos comisarios de la tontuna
políticamente correcta. La nueva religión,
impuesta a golpes de una alarmante
empanada ideológica, quiere borrar de un
plumazo la tradición de siglos e imponer un
libro de estilo, cuyos parámetros no son ni
históricos, ni identitarios, sino estrictamente
ideológicos. Tenemos que ser multiculturales
por decreto, no fuera caso que millones de
personas vinculadas a una historia de siglos molestaran a los ciudadanos que
vienen de fuera. ¿Que somos culturalmente católicos? Pues a borrarlo del mapa,
para ser un poco musulmanes, judíos, budistas o seguidores de la bruja Lola y así,
no siendo nada, somos de todo el mundo. La Arcadia feliz, en versión pijoprogre. O
lo que es lo mismo, la desnaturalización de una cultura, por la vía de la imposición
política. El último ejemplo de esta tendencia a capar nuestra identidad cultural lo ha
protagonizado el Consell Escolar de Catalunya, que acaba de aprobar una
propuesta para cambiar el nombre de las vacaciones de Semana Santa y Navidad,
por las de invierno y primavera. Para ir haciendo boca, algunas escuelas públicas
ya han eliminado los pesebres y Els pastorets, y no sé si hacen el Ramadán para
acabar de ser solidarios. En fin, he escrito a menudo que me preocupa el
relativismo ético de nuestra sociedad. Y así es. Pero no sé si me preocupa aún más
la tontuna ideológica. Porque entre los que "tanto me da", y los que me da tanto,
que saco las tijeras, capo la cultura de siglos e impongo un paternalismo estúpido,
vamos mal por ambos lados. Del tantsemfotisme, al pijoprogresismo, la pregunta es
quién resulta más peligroso para una sociedad. Y la respuesta es fácil: ambos son
igual de letales.

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